Hola ¡¡ cómo ha comenzado la semana?’ ánimo, que ya
queda menos para el viernes ¡¡ ,-)))
El día 28 de enero se cumplieron 200 años de la primera
vez que Jane Austen publicó 'Orgullo y prejuicio' … sabíais que lo hizo de forma anónima y
que cedió los derechos de la novela por la irrisoria cantidad de 110 Libras?? La
pobre Jane se vio privada así de los beneficios de la venta de miles de
ejemplares… pero es lo que pasaba en aquella época, su familia le suplicó a
Jane que mantuviese en secreto sus inclinaciones literarias, así que ésta firmó
su novela como 'Una dama'. 'Orgullo y prejuicio' se convirtió en un fenómeno
editorial. Los lectores ingleses querían saber el nombre de
aquella dama enigmática, y algunos miembros de la familia
Austen no resistieron la tentación de hacer público que la novela de moda
estaba escrita por alguien de su sangre. Así fue como Jane Austen se convirtió
en una escritora famosa ¡¡¡
He de
reconocer que me encanta todo lo relacionado con aquella época, sus modales,
sus vestidos, el ambiente… ni que decir tiene que soy una fan de Downton Abbey
(gracias en gran medida a mis compañeros de trabajo ¡¡¡ somos el Clan Downton
¡¡¡)… me llama mucho la atención la cultura, el saber estar, la cerámica, la
loza y sobre todo… los dulces ingleses… que delicadeza…. Y todo esto a qué
viene??? Os preguntareis?? Pues que inspirada en mi admirada ALMA (De Objetivo
Cupcake Perfecto), aprovechando el aniversario de Jane Austen y como hacía 1
semana que había terminado verme las 3 temporadas seguidas de Downton Abbey me
puse manos a la obra con una receta típicamente inglesa… inspirada en el
maravilloso libro de Peggy Porschen “Boutique Baking”
PASTAS DE TÉ RELLENAS DE CONFITURA = INGLESITAS
- 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 gr. de azúcar blanquilla
- 1 huevo talla L (un huevo campero…según mi padre ahora los huevos tienen que ser camperos ¡¡¡)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (ya sabéis … el de siempre, el que es en pasta)
- 400 gr. de harina de trigo tamizada
Preparación:
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que
están perfectamente integrados, parece una crema suave de color blanquecino.
Añadimos el huevo, sin dejar de mezclar a una velocidad
media.
Incorporamos la esencia de vainilla
Añadimos la harina tamizada sin dejar de batir,
aunque, dependiendo de la amasadora, tal vez deberéis bajar la velocidad para
que no salte la harina por los aires.
Una vez mezclado, lo ponemos sobre dos papeles de
horno y lo estiramos con un rodillo. Lo colocáis sobre una bandeja y
directamente a la nevera. Yo lo tuve aproximadamente unas 2 horas, pero con 1
hora puede ser suficiente. Lo que se pretende es que la mezcla tenga
consistencia para poder trabajarla.
La sacamos de la nevera, la estiramos hasta
conseguir el grosor deseado, en mi caso eran de 6 milímetros y cortamos con
nuestro cortador. Las ponemos sobre una bandeja y de nuevo al frio, en este
caso las tuve como 3 horitas más en el congelador.
Precalentamos el horno a 180º, con calor por arriba
y por abajo y metemos directamente la bandeja con nuestras galletas desde el
congelador al horno. Las tenemos unos 10 minutos o hasta que veáis que los
bordecitos se van poniendo dorados.
No os voy a engañar, para mi gusto estas galletas
quedan un pelín crudas o blanditas, pero es el encanto de las pastas de té
inglesas… además, como las vamos a poner dobles con la confitura en medio
quedan con la textura ideal ¡¡¡
Una vez horneadas las pasamos a una rejilla hasta
que se enfrían por completo.
Ahora toca el relleno. Podéis utilizar la crema que
prefiráis, con todo están ricas. Yo he utilizado confitura de naranja casera ¡¡
(elaborada por mi tía Merche y mi prima Pepi ¡¡ gracias chicas ¡¡¡) y confitura
de fresas naturales (esta no era casera).
Deliciosas… de verdad ¡¡ como dice Susi (del BlogSusi Se Enreda), son ideales acompañadas de una taza de té… si es viendo
Downton Abbey, os parecerá que sois la mismísima Lady Mery ¡¡¡¡
Feliz semana a todos¡¡¡